viernes, 29 de marzo de 2013

CAMBIO QUE REQUIERE HACER EL MAESTRO

CAMBIOS QUE REQUIERE HACER EL MAESTRO EN SU PRÁCTICA DOCENTE.

 
             La Reforma Integral de la Educación Básica ¿Qué tipo de cambios requiere hacer el docente mexicano de educación básica en su práctica profesional? La Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) pretende enfrentar el desafío de educar para el siglo XXI desarrollando “las competencias para la vida, el perfil de egreso, los Estándares Curriculares y los aprendizajes esperados que constituyen el trayecto formativo de los estudiantes, y que se propone contribuir a la formación del ciudadano democrático, crítico y creativo que requiere la sociedad mexicana” (Plan de Estudios 2011, pág.25). Presenta áreas de oportunidad que es importante identificar y aprovechar para dar sentido a los esfuerzos acumulados y encauzar positivamente el ánimo de cambio de las esferas de la sociedad.
               Dicha política educativa va dirigida a los alumnos de preescolar, primaria y secundaria con una propuesta formativa que está centrada en el aprendizaje de los estudiantes. Intenta, por supuesto, elevar la calidad de la educación a través del diseño de un Plan de estudios orientado al desarrollo de competencias genéricas y específicas, articulando los niveles y organizando las asignaturas en campos de formación, en el caso de primaría y secundaria, y campos formativos para la educación preescolar. Pretende que los alumnos puedan tomar decisiones, fortalecer capacidades para resolver problemas, encontrar alternativas, desarrollar productivamente su creatividad, relacionarse proactivamente con sus pares, etc., es decir, enfocándose a desarrollar competencias para la vida. Los procesos educativos, así como otros ámbitos de la vida de las sociedades, deben ir cambiando y adecuándose a las nuevas circunstancias del mundo. Esto significa elevar la calidad educativa a fin de que “los estudiantes mejoren el nivel del logro académico, cuenten con medios para tener acceso a un mayor bienestar y contribuyan al desarrollo nacional” (Prosedu, pág. 11), pero para lograr todo ello se requiere focalizar de manera acertada todos aquellos factores que inciden en la mejora educativa, por eso es que nos preguntamos,
 

                ¿Qué tipo de cambios requiere hacer el docente mexicano en sus prácticas profesionales para lograr ese fin?

 
               Es un cuestionamiento que nos interesa en tanto que pudemos pensar que las competencias profesionales del docente se pueden inferir dentro de la estructura y contenido del Plan de estudios 2011. Para centrar la atención en la pregunta es necesario entender dos cosas importantes. Primero, qué es la práctica profesional y qué relación tiene con las competencias profesionales y, la segunda entender las características de la Reforma Integral de la Educación Básica a partir del Plan de estudios 2011. Para ello hay que entender la práctica profesional como la aplicación de todas las adquisiciones conceptuales, procedimentales y tecnológicas del docente con una actitud ética, responsable, acertada, crítica, creativa y colaborativa en una situación real y un medio concreto (Luque, 2004). Perrenoud (2004) afirma que cada uno puede contribuir, en su medida, a hacer evolucionar el oficio hacia la profesionalización. ¿Cómo? Por ejemplo esforzándose en centrar la atención en las competencias a desarrollar en los alumnos y las situaciones de aprendizaje más productivas, en diferenciar su enseñanza y practicar una evaluación formativa para luchar activamente contra el fracaso escolar, en desarrollar una pedagogía activa y cooperativa basada en proyectos, asignarse una ética explícita de la relación pedagógica y mantenerse en ella, seguir formándose, leyendo, participando en las manifestaciones y reflexiones pedagógicas, en cuestionarse y reflexionar sobre su práctica de forma individual o en grupo, participar en la formación inicial de futuros profesores o en la formación continua, en trabajar en equipo y explicar lo que se hace cooperando con los compañeros, en implicarse en un proyecto institucional o una red y comprometiéndose en métodos de innovación individuales o colectivos. Estas orientaciones suponen la ampliación de las competencias adquiridas, incluso la construcción de nuevas competencias, que desde mi punto de vista, pueden inferirse en el Plan de estudios 2011, en donde se cristalizan las políticas educativas actuales a través de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB). En definitiva, la estrategia en nuestro país consiste en llevar a cabo la Reforma Integral de la Educación Básica, la cual cuenta con una serie de etapas de comprensión para realizar una mejora, lo más certera posible, a las prácticas docentes enmarcadas en un contexto internacional y nacional que se cristalicen en un progreso significativo para nuestros estudiantes.
                 Un proceso de reforma no puede entenderse y culminar sin considerar en dónde se gestó, es decir, es necesario comprender el contexto nacional e internacional en el cual debe ser enmarcada, ya que a través de ellos se han establecido visiones de cobertura y calidad para la educación básica de nuestro país. En el plano internacional podemos mencionar eventos que han fortalecido dicha visión, tales como: o La Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, celebrada en Jomtien, Tailandia (1990), la cual planteó la necesidad de garantizar el acceso universal con una visión ampliada para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje de las personas, al mismo tiempo se confirió la posibilidad y responsabilidad de respetar y enriquecer la herencia cultural, lingüística y espiritual común. o La Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI presidida por Jacques Delors (1996), que aporta como principal sustancia los 4 pilares de la educación (aprender a conocer, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a convivir). o La Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos, en donde se puntualiza que los pueblos indígenas tienen el derecho a la enseñanza de su lengua y cultura, asimismo declara que la educación debe estar al servicio de la diversidad lingüística y cultural, y las relaciones armoniosas entre diferentes comunidades de todo el mundo. o El Foro Mundial sobre la Educación celebrado en Dakar (2000), asegura el acceso a una educación primaria de alta calidad para el año 2015 y reconoce la necesidad de diversificar la oferta educativa para fortalecer el respeto a las diferencias culturales y enriquecer la oferta educativa a los grupos migratorios. o La Cumbre del Milenio (2000), destaca lograr la universalidad de la educación primaria y promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer. En el plano nacional debemos dirigir nuestra mirada hacia atrás, desde el Artículo 3º Constitucional que rige los destinos de la educación en México y de los cuales surge la Ley General de Educación y dentro del Plan Nacional de Desarrollo surge el Programa Sectorial de Educación. Como antecedente más próximo el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica de 1993 en donde se han visto sujetas las reformas a revisiones constantes. Los acuerdos en el plano nacional e internacional se retroalimentan en tanto se conciben políticas educativas que generan planes de estudio acordes a los acuerdos y acciones que permiten dar mayor cobertura o programas que combaten el rezago educativo, entre otros. En México, la implementación de la reforma marca su inicio con la educación preescolar en el (2004) y educación secundaria (2006) se establecen las bases del perfil de egreso de la educación básica en general y de la articulación plasmada en el Acuerdo Secretarial 592 publicado el 19 de agosto del 2011, la cual culmina con la implementación de la reforma de primaria en el 2011. Estos antecedentes a nivel nacional e internacional dan cuerpo a la Reforma Integral de la Educación Básica que tiene como principales retos: ofrecer respuesta educativa de calidad ante la creciente fragmentación demográfica y la diversidad creciente en el país, intensificar el combate al rezago educativo, elevar la calidad de la educación y el logro escolar con principios de equidad y articular curricularmente la educación básica. Es precisamente en este último rubro en donde mejor se inserta mi propuesta temática para el proyecto final, en tanto que el Modelo para el desarrollo del Razonamiento Geométrico de Van Hiele tiene una fuerte congruencia con la articulación en tanto que los niveles de razonamiento que se abordan van desde el pensamiento elemental del preescolar hasta el pensamiento deductivo-abstracto de un profesional que requiere el uso del pensamiento matemático elevado en sentido geométrico (Limardo, 1989). El tema da pie a pensar en elementos similares para otros campos de formación que se abordan intencionalmente en la educación básica, ya que lo que se busca finalmente es respetar el proceso de desarrollo del alumno y acompañarlo en su formación. Independientemente de esta propuesta temática debemos considerar que el Plan de estudios consta de apartados que permiten visualizar la posibilidad de una efectiva práctica profesional de los docentes. Dentro de sus características se encuentran los doce principios pedagógicos, las competencias para la vida, el perfil de egreso de educación básica, el mapa curricular en donde se manifiestan los estándares curriculares en función de los aprendizajes esperados y los campos de formación para la educación básica, la diversificación y contextualización curricular: marco curricular para la educación indígena, parámetros curriculares para la educación indígena, gestión para el desarrollo de habilidades digitales, gestión educativa y de los aprendizajes y la definición de los estándares curriculares de Español, Habilidad lectora, Inglés, Matemáticas y Habilidades digitales. Con todos estos elementos se busca que el profesor, autoridades educativas y demás actores del proceso ejerzan una intervención educativa diferente, alineada al desarrollo de competencias. Desafortunadamente la cultura de la actualización y capacitación del docente y autoridades educativas se encuentra en pleno despegue. Aún son pocos los docentes y autoridades de los diferentes niveles que buscan apropiarse de las competencias que le permitan desarrollar una tarea educativa acorde a los tiempos que vivimos y, por supuesto, el tiempo que se le da a un verdadero cambio se ve muy lejano. Las pruebas así lo demuestran. En mi práctica profesional usamos como insumo, para el análisis que exige la labor que realizamos, las visitas de acompañamiento a los diferentes Centros de Desarrollo Educativo, ya que tengo la tarea laboral y profesional de asesorar a los docentes a partir de mi participación en la Mesa Técnica de Primaria. Dichos insumos, obtenidos a partir de observaciones directas y la aplicación de instrumentos de acompañamiento, en donde se valoran indicadores relacionados a componentes de la gestión pedagógica, administrativa, organizativa y de participación social, lanzan como resultado la casi nula aplicación de la RIEB en las escuelas de educación básica. Según palabras de algunas autoridades educativas solamente el 14% de los docentes aplicaron el Plan y Programas 1993, y según lo observado hasta ahora no se manifiesta ni un 5% de aplicación de la reforma durante el análisis a las visitas. Debemos considerar que llevamos 8 años de aplicación en preescolar, 6 años en secundaría y 3 años en primaría sin tener visos de una implementación generalizada. Las evaluaciones estandarizadas no arrojan resultados satisfactorios y la sociedad no cree en la nueva propuesta curricular ya que todavía son poseedores de una visión tendiente a pensar que los tiempos pasados han sido mejores. A ello hay que aunarle que existen docentes que piensan lo mismo y no le tienen fe al cambio. La falta de credibilidad del maestro hacia la reforma tiene muchas aristas, por ejemplo se piensa, y puede ser cierto (queda la incertidumbre), de que la reforma es una política educativa sexenal, “pronto desaparecerá y se le ocurrirá al nuevo gobierno algo diferente”. Por otro lado, las generalizaciones de la RIEB pasan por procesos poco serios, con falta de materiales y personal para implementar los cambios, y con problemas temporales que generan incomodidad laboral a los maestros, en donde se le exige al maestro cargas administrativas que terminan realizando durante los diplomados, además de actividades dirigidas a la dimensión social que no les permite permanecer en las sesiones propuestas, por lo que no aplican la seriedad debida al proceso. Es regular escuchar informaciones y conceptos, de los asistentes a los diplomados de generalización de la reforma, no sólo diferentes sino hasta contradictorias con respecto a lo aprendido, ya que se vive una suerte de “teléfono descompuesto” en donde la información pasa de manos con interpretaciones diversas. En sí, existen muchas otros cuestionamientos al proceso que sirven de argumentación a aquellos docentes cuya visión no es precisamente el cambio. Pensando en los que afortunadamente creen que esta política educativa puede impactar eficiente y significativamente a nuestros pupilos, es decir, aquellos que alimentan una actitud favorable al cambio, el progreso y la actualización, requieren aplicar cambios a las prácticas profesionales basadas, como ya he mencionado, en los principios pedagógicos del Plan de Estudios 2011.
 
Algunos indicadores que pueden englobar este cambio son:

a) Plantear situaciones problema en el desarrollo de los proyectos y/o secuencias didácticas, en donde el alumno tenga una participación activa y sea él o ella quien realiza las actividades de investigación, construcción, solución de problemas, a fin de sugerir desafíos intelectuales a los alumnos.

b) Aplicar la evaluación formativa en la que se observa que los criterios e instrumentos de evaluación están relacionados con los aprendizajes esperados y que establezcan el qué, cómo y para qué se va a evaluar. Recabar evidencias de producciones en portafolios y realizar las devoluciones y retroalimentaciones que le permitan al alumno aprender a través de la evaluación.

c) Plantear actividades en las se favorecen los diferentes estilos de aprendizaje (visuales, auditivos y kinestésicos) y específicar adecuaciones en donde se manifiesten tareas de acuerdo a las habilidades y destrezas de los alumnos (ritmos de aprendizaje), considerando, por supuesto, sus saberes previos.

d) Considerar las competencias genéricas y las especificas de cada asignatura y relacionarlas con las actividades planteadas en proyectos didácticos o secuencias didácticas.

e) Realizar actividades en donde no solamente se toma en cuenta el entorno escolar (libros de texto, libretas, materiales del aula, etc.) sino que también se relacionan con el entorno extraescolar ligado a la comunidad (Contextualizar).

f) Considerar temas de relevancia social (Educación para la salud, ambiental, financiera, equidad, entre otros) que se relacionan con los aprendizajes esperados de las asignaturas.

g) Implementar estrategias de enseñanza y aprendizaje diferenciadas para alumnos con necesidades educativas especiales o aptitudes sobresalientes, implementando las adecuaciones necesarias.

h) Involucrar a los estudiantes y padres de familia en la construcción de normas o reglas que regulan el trabajo en el aula.

i) Promover una relación de confianza, respeto y creación de ambientes de aprendizaje con los alumnos, convirtiéndose en un buen administrados del tiempo y el espacio escolar. Tener siempre en mente la enseñanza y el aprendizaje colaborativo.

j) Construir su propio trayecto formativo que le permita acrecentar el dominio de la práctica profesional a la luz de los cambios que se generan.

k) Hacer uso, en lo posible, de todo tipo de materiales que le permitan favorecer el aprendizaje de los alumnos.

l) Apropiarse de los enfoques pedagógicos que le permiten favorecer los aprendizajes que sus alumnos requieren.


                       La tarea del profesor, a la luz de los cambios globales, exige una transformación constante de roles en los que tenga la oportunidad de desarrollar, en los alumnos, las herramientas necesarias para enfrentar un sistema cada vez más tecnológico y globalizado, en donde se requiere, no solo pensar en enseñar, sino tener la plena consciencia de aprender, característica que ha tenido siempre la actividad docente.
 

CONCLUSIONES

 
           Toda reforma educativa debe contemplar y asegurar que, quienes la van a cristalizar en el aula, posean las competencias necesarias para su aplicación. Esto ha sido una debilidad de nuestro sistema educativo ya que nunca han considerado que los enfoques y métodos utilizados por los docentes, si es que los tienen, forman parte de su estructura profesional que es difícil de cambiar. Las competencias docentes al respecto de la autocapacitación, autoformación y actualización se encuentran en momento de arranque, y con los diferentes cambios de reforma que ha experimentado la educación en México se están convirtiendo en una necesidad. Creo que no todos los docentes se encuentran alejados de los conceptos, enfoques y propuestas metodológicas que plantea la RIEB, pero, la gran mayoría se han quedado estancados en modelos que poco le aportan a las necesidades actuales de los alumnos, por lo que es necesario dar un serio impulso para fortalecer las prácticas profesionales del docente.

               Los cambios no deben ser aventurados, deben ser considerados como apoyos sólidos a través de asesorías y acompañamientos por parte de maestros que tengan un conocimiento más consolidado de la reforma, y al mismo tiempo tengan la capacidad de formar y fomentar redes académicas en las que se comparta la información que acrecente las competencias profesionales de los profesores. Finalmente debemos aprovechar la disposición de aquellos compañeros dispuestos a crecer y dispuestos, sobre todo, a mejorar los niveles educativos de nuestra nación. No todos los cambios son buenos, pero lo cierto es que, mientras no se experimenten, no lo sabremos.
 
 

FUENTES DE CONSULTA

 
Limardo, N. R. (1989). Los niveles de razonamiento de Van Hiele y sus implicaciones en la enseñanza. Arista, la revista puertorriqueña de educación matemática. Vol.1, Num.2. , 8-26.
Luque, M. M. (2004). Prácticas profesionales docentes: Eje integrador entre la universidad y la escuela. Multiciencia, Diciembre 2004/Vol.4, No. 002 , 12.
 
Perrenoud, P. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. México, D.F.: Biblioteca de la actualización del maestro. SEP. (2011). Plan de estudios 2011.Educación Básica. México,D.F.SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA.

La Reforma Integral de la Educación Básica ¿Qué tipo de cambios requiere hacer el docente mexicano de educación básica en su práctica profesional?


INTRODUCCIÓN


La Reforma Integral de la Educación Básica, como política educativa del estado mexicano, significa un reto para la práctica profesional del docente, en tanto que se deben manejar ideas y conceptos que le abonan a lo ya establecidos en reformas educativas anteriores. La importancia de esto radica en que, como ya se ha vivido en otras etapas de implementación, no se consolidan al cien por ciento los saberes, habilidades y actitudes que permitan al docente desarrollar la propuesta de reforma vigente, por lo que la preocupación radica en qué tanto se logrará construir para la mejor práctica profesional del maestro. A través de este ensayo se busca aportar algunas ideas de las acciones que debe considerar el docente para la consolidación de la reforma, por lo que exploramos y sintetizamos, de forma breve, el Plan de estudios 2011. Con ello consideramos que podemos dar una guía sobre las prácticas profesionales que debe seguir el profesor frente a grupo en el hacer cotidiano a fin de brindar una educación de mejor calidad a sus alumnos. También cuestionamos las estrategias que utiliza la autoridad para hacer llegar la reforma a los docentes, punto clave que impacta a la implementación de la currícula vigente y que impacta, en buena medida, la postura actitudinal de los actores implicados en el proceso. Finalmente, creemos que las propuestas manejadas en el ensayo deben contemplar la posibilidad de seguir en el debate sobre la importancia de generar una currícula adecuada a los cambios que vivimos en el mundo y el impacto que tiene para todas las sociedades, sobre todo porque el cambio curricular no es el único que puede ser cuestionable sino también las acciones de maestros, autoridades y sociedad en general.